Si ya has visto la parte uno y la parte dos de esta serie de artículos sobre cómo ahorrar en la factura de agua de tu casa, te habrás dado cuenta de que una buena gestión de los recursos de agua de tu casa no solo te proporcionan un ahorro económico mensual, sino que ayuda al cuidado de nuestro planeta.
Con este artículo te presentamos tres consejos más para que no malgastar más agua de la necesaria en tu día a día se convierta en un hábito.
Si estás lavando las frutas y las verduras bajo el grifo abierto, estás haciendo un gasto innecesario de agua. Puedes usar un recipiente para colocar todos los ingredientes y lavarlo todo con esa misma cantidad de agua.
Lo mismo ocurre con el descongelado de los alimentos. Para descongelar, coloca el alimento dentro de un recipiente con agua calentita y verás como poco a poco se irá descongelando. Es posible que necesites más agua caliente. En ese caso puedes reservar el agua del primer recipiente para utilizarla más adelante.
Tomar el hábito diario de mejorar pequeños procesos nos ahorra una buena cantidad de litros a lo largo del mes.
Si vas a fregar a mano, es importante remojar antes los utensilios en el fregadero, para quitar más cómodamente los restos de comida y evitar un gasto desproporcionado de agua.
Si, por el contrario, vas a utilizar el lavavajillas, no es necesario que friegues ni remojes previamente. Los lavavajillas están especialmente diseñados para quitar los restos más difíciles y para calcular exactamente la cantidad de agua que necesitan. Como comentábamos en el artículo anterior, es necesario que haya restos de comida para que el jabón se adhiera mejor a estos y se realice un mejor lavado.
Existen varias maneras de reutilizar el agua de tu casa. Como hemos comentado en el primer punto, si has utilizado agua tanto para el lavado de frutas y verduras, como para la descongelación de algún alimento, puedes utilizar ese agua para regar las plantas de manera posterior.
Otra manera de reutilizarla, sería llenar un cubo con toda el agua fría que se pierde al empezar a darnos una ducha. En ese pequeño espacio entre que sale agua caliente y no, se desperdician varios litros de agua que puedes utilizar más tarde para regar las plantas a la noche, por ejemplo.
El último consejo para los que tengáis jardín o terraza, es el de recoger el agua de la lluvia. Si recoges uno o dos cubos, os puede servir de mucho para más adelante.
Esperamos que te haya gustado este artículo. Recuerda que, si no lo has hecho, puedes leer la parte uno y la parte dos de esta serie de consejos sobre cómo ahorrar en la factura del agua.
Si bien estos consejos pueden parecer un poco básicos, no ponerlos en práctica de forma habitual puede hacerte malgastar grandes cantidades de agua de manera diaria.
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