Estos últimos días de enero están siendo especialmente frío, llegando en algunas zonas de bizkaia a temperaturas bajo cero y sufriendo considerables heladas que provoca la ciclogénesis explosiva. Una consecuencia muy común que surge a raíz de este frío es la congelación de las tuberías y los problemas que ello acarrea. Mantenerlas protegidas nos evitará reventones y una reparación considerable. Os dejamos algunos consejos para evitar esto.
El auténtico peligro suele ser que el agua se congele, por ello debemos prestar mucha atención a los goteos que pueda haber en los grifos más exteriores o directamente expuestos o incluso fugas que no hayamos detectado previamente.
Si tienes patio o jardín, revisa que las mangueras no tengan agua en su interior, ya que esta al congelarse aumentará de volumen y podrá reventar. Cuando la temperatura amenace con bajar de cero, desconecta también la manguera de la llave de paso, ya que la congelación podría llegar a las tuberías a través de esta. De la misma forma deberemos tener cuidado con tanques y depósitos exteriores.
Sobretodo las que no llevan agua caliente son las que más probabilidades tienen de congelarse. Existen en el mercado muchas formas de protegerlas, sobretodo si están expuestas en terrazas o balcones. Cintas térmicas o espumas son algunas de las opciones.
Existen en el mercado bombas que nos ayudan a que haya agua en constante movimiento dentro de las tuberías, lo que hace menos probable que esta se congele. También tenemos opciones de sistemas de calefacción con termostato que al detectar una temperatura demasiado baja, saltan para evitar la congelación.
Debes consultar un profesional, ya que dependiendo del material de la tubería y el nivel de congelación un cambio muy brusco de temperatura puede provocar daños mayores.