Elegir un grifo para nuestra cocina puede parecer una tarea fácil, sin embargo entran en juego distintos factores que pueden hacer que sea un éxito o un completo desastre. Además es importante acertar en su elección y asegurar su durabilidad. Antes de su instalación, debemos revisar que la presión sea la adecuada, ya que los grifos de cocina necesitan un caudal de agua mínimo de 1.0 bar hasta 2 o 3 bares.
Instalación sobre repisa: La más común, el grifo queda fijado en el fregadero o en la encimera de la cocina.
Instalación en la pared: Muy utilizada antiguamente y hoy en desuso. Es importante, si tienes una instalación de este tipo, tener en cuenta el ancho de las conexiones, que suele ser de 15cm. Ten en cuenta que las antiguas pueden medir menos y, para estos casos, los grifos incorporan unos accesorios llamados excéntricas. Son unas piezas que unen el grifo a las tomas de la pared y ajustan la anchura de las conexiones.
Caño alto o vertical:
Son ideales para espacios pequeños y proporcionan un gran espacio en el fregadero, facilitande el lavado a mano de platos, ollas o cualquier objeto voluminoso. Son grifos aptos para cualquier tipo de instalación.
Caño bajo u horizontal: El caño bajo permite que se pueda abrir ventanas o armarios cercanos con facilidad. Son grifos, sin embargo, que dejan menos espacio en el fregadero y son aptos para cualquier tipo de instalación
Grifo con caño extraíble: A través de un flexo que se extiende, permiten poder mover el extremo donde sale agua a donde se necesite. El largo suele sobrepasar los 50cm. Son aptos únicamente para instalaciones sobre repisa.
Grifo abatible: El caño se pliega sobre sí mismo y son muy utilizados en cocinas con el grifo situado bajo una ventana que éste supone un obstáculo para poder abrirla.
Grifos de dos vías: Disponen de dos salidas de agua. Una puede venir de un equipo de ósmosis o un purificador y la otra directa de la red. Son aptos únicamente para instalaciones sobre repisa y compatibles con grifos de caño alto y bajo.
Una de las piezas más importantes del grifo, y sobre la que también hay que decidir, es el mando:
Monomando: Se puede controlar el caudal y la temperatura deseados con una sola mano, gracias a los cartuchos cerámicos que incorpora. La palanca puede colocarse tanto en el frontal como en el lateral del cuerpo de la grifería.
Bimando o monoblock: Son grifos de dos mandos que se adaptan a cualquier tipo de estilo de cocina. Pueden ir montados sobre la encimera.
Es importante asegurarse de que las medidas del grifo de cocina se adecuan al fregadero para que lo cubra por completo. También es necesario considerar la altura del caño porque, si es demasiado alto, salpicará el agua y, si es demasiado bajo, no permitirá lavar con facilidad.
Lo ideal es que busques un equilibrio entre diseño y funcionalidad. Debe resaltar el área de trabajo pero a la vez tiene que ser práctica. Si tienes una cocina abierta, te recomendamos que optes por un grifo monomando con líneas refinadas. Para cocinas más tradicionales, el monoblock de dos mandos será más adecuado. Los aficionados a cocinar agradecerán especialmente los caños extraíbles, ya que ambos aportan funcionalidad a la hora de lavar y son muy prácticos.
Los acabados del material dan el toque especial y definitivo a la cocina:
Las griferías de acero inoxidable y las cromadas son válidas para cualquier tipo de cocina. Las primeras tienen propiedades antibacterianas y aportan un toque profesional e industrial muy moderno. El cromado brillante destaca en la cocina, sobre todo si se combina con una encimera y fregadero de hormigón.
Para conseguir una mayor durabilidad es recomendable elegir un grifo con un cuerpo de metal sólido y con cartuchos de discos cerámicos que facilitan un uso suave y cómodo. La elección de un fabricante de prestigio no sólo asegura el nivel de la calidad de los materiales utilizados en su fabricación, sino también la garantía del producto.
Si tienes cualquier duda y precisas que te aconsejemos recuerda que en Fontanería Bizkaia estamos encantados de asesorarte.
