Quizás te haya pasado un par de veces donde crees que un problema de fontanería parece tener una solución rápida. Que puedes realizarla tú mismo, pero terminas con el agua casi hasta la cintura y no tienes ni idea de por qué.
Estás de vacaciones y lo último que quieres que suceda mientras tú estás tan ricamente en la playa, es que te llame tu vecino y te diga que has tenido una fuga de agua y que debes volver urgentemente a casa.