Seguro que en más de una ocasión te has visto sorprendido con una fuga de agua en tu baño o simplemente desconocías su presencia. Esto es más habitual de lo que parece, especialmente si no has cerrado bien las llaves de paso o llevas mucho tiempo sin pisar tu vivienda. No son averías muy grandes: un inodoro mal sellado o un grifo que gotea, pero si van a afectar a nuestro bolsillo.